Dicen que 2017 será un año de 10. Y no, no nos lo ha dicho ninguna pitonisa ni lo hemos leído en el horóscopo o en los posos del café de la comida de Navidad. Lo dicen las matemáticas, la más exacta de todas las ciencias. Basta con sumar el valor de los cifras que forman el número del año que acaba de comenzar para anticipar que 2017 será perfecto.
Si la aritmética no falla (que no suele hacerlo) y es verdad que el éxito en 2017 está más que asegurado, no cabe duda de que estamos en el mejor momento desde principios de 2008 para fijarnos unos propósitos de año nuevo lo más ambiciosos posible. Por este motivo hoy venimos con algunas ideas que pueden inspiraros y ayudaros a alcanzar todas esas metas que bien por falta de tiempo o de ganas no habéis podido llevar a cabo en 2016. Esta vez no hay excusas. A muchos nos dieron bastante la lata durante el colegio, pero ahora las matemáticas se convierten en las mejores aliadas para empezar con confianza el año. Esta vez nada puede salir mal:
Aprende o perfecciona un idioma. Suena a tópico, pero es de las mejores cosas en las que invertir el tiempo, el esfuerzo y el dinero. Ayuda a abrirse paso en las relaciones profesionales, sociales y personales y nos hace más sabios e interesantes. ¿Nuestra recomendación? A menos que te apasione la cultura clásica, aléjate del latín y de las lenguas muertas en general (actualmente no gozan de mucha popularidad) y ve a lo seguro: inglés, francés, italiano, alemán, árabe, chino... Si buscas un reto, el esperanto es una buena opción. ¡Suerte!
Ponte en forma. Además de ser falso, contestar que “correr es de cobardes” cuando te sugieren que deberías probar a practicar algo de deporte se pasó de moda hace tiempo. Si es que alguna vez lo estuvo... El ejercicio es bueno para la salud y ayuda bastante si por si acaso te habías planteado reducir algunos centímetros de cintura. Nuestros chinos sientan igual de bien tengas la talla que tengas, pero ¿a quién le viene mal un poco de ejercicio?
Viaja. “El único gasto que te hace más rico es viajar”. Una frase tan cierta como sugerente. Elige un destino que no conozcas y buena compañía, agarra tu maleta y la cámara de fotos y lánzate a descubrir mundo. Acuérdate de la familia y los amigos trayéndoles algún souvenir o unos dulces típicos del sitio al que viajes. Siempre ayudan a suavizar los recibimientos hostiles y suelen compensar tantos días dando envidia por Facebook e Instagram...
Colabora en algún proyecto solidario. Lo más bonito de tener suerte en la vida es compartirla con quienes la necesitan de verdad. Ayudar a personas en riesgo de exclusión social, la lucha contra las enfermedades, la pobreza, el hambre o la guerra en el mundo o la protección de los derechos universales o el medio ambiente son sólo algunos de los muchos proyectos a los que puedes destinar tu tiempo o tu dinero. Aquí en Smitzy, por ejemplo, colaboramos
donando un 5% del importe de cada pedido a un proyecto solidario relacionado con la infancia. Y, creednos, es muy gratificante.
Visita con más frecuencia a la familia y los amigos. Ahora que en España amenazan en serio con instalar la jornada laboral europea vas a disfrutar de más tiempo libre que deberías ocupar en algo más provechoso que llegar a casa y tirarte en el sofá. ¿Qué tal hacerlo visitando a la familia o quedando a tomar algo con los amigos? Lo de ir los domingos a tomar cocido o paella está genial, pero igual en casa les gustaría verte más a menudo, ¿no crees?
No está mal para empezar, ¿no? A medida que vayas avanzando en estos propósitos, siempre puedes ir proponiéndote otros nuevos. Como, por ejemplo, dar un giro a tu look o renovar tu armario. Y recuerda que para eso siempre puedes contar con nosotros ;)