Smitzy = Calidad + Precio + Producción justa

¿Te fijas en las etiquetas de la ropa que compras?

¿Te importa el modo en que la prenda que llevas ha sido diseñada, confeccionada y distribuida?

¿Es relevante para ti el material que se ha usado para confeccionarla?

Si tu respuesta es sí…¡bienvenido! Quizás ni te lo habías planteado, pero eres un creyente en la moda consciente. Un patrón reflexivo de consumo, un acto de compra responsable y exigente, que incluye no solo el producto final, sino todo el proceso creativo y productivo.

No es nada nuevo. Nuestras madres lo saben desde siempre: “una prenda buena no pasa de moda y dura para toda la vida”. La obsolescencia en moda no sólo tiene que ver con la fugacidad de las tendencias, sino que es un reflejo social. Dime cómo compras, y te diré cómo eres.

Pero más allá de la sostenibilidad de nuestro comportamiento como consumidores, en este marzo toscano que estamos teniendo queremos reflexionar acerca de la belleza como atributo absoluto. Como catalizador del deseo. Como aspiración vital.

Vitamina estética y gozadera hedonista, la belleza se cuela en los objetos y los alumbra, transformando las cosas en pequeñas piezas de disfrute.

Hablamos de modos de vida. De vivir bonito. De no conformarse. De dar valor a lo bueno, a la calidad que dignifica y engrandece hasta lo más banal. Desde un cuadro, una casa, un vino…o unos pantalones.

Cuando pensábamos en la idea Smitzy de crear prendas bien cortadas, con un diseño retado hasta dar con el patrón justo, con colores elegidos con mimo y vocación ensoñadora…muchos pensaron que estábamos locos.

Cuando nuestra obsesión por encontrar un modelo de confección 100% español, donde quién hace nuestros pantalones es clave para nuestra forma de entender la moda, muchos nos aconsejaron que buscáramos proveedores extranjeros (sobre todo, asiáticos) porque sus precios “son tirados”.

¡Oye, que al fin y al cabo, son sólo pantalones!

Cada vez que recibimos un pedido, se nos dibuja una sonrisa en la cara. Hay muchas decisiones tomadas detrás de cada pantalón que os probáis y se os ajusta como si os los acabara de entregar la modista. Hay una búsqueda constante de calidad y exquisitez.

Porque creemos que la moda consciente no la hace sólo el que la compra, sino también el que la diseña, confecciona y distribuye.

Porque la belleza empresarial también existe…y, como por arte de magia, todos estamos más guapos con nuestros Smitzy.